La naturaleza humana es muy curiosa,
de un mismo hecho somos capaces de extraer conclusiones radicalmente diferentes
entre sí, el interlocutor es quien decide poner la secuencia cronológica de los
hechos que quiere relatar y en función de ese orden traslada la historia de
manera condicionada a los intereses que quiere destacar en detrimento de la
realidad, dado que seguir el orden de los acontecimientos le puede perjudicar
para conseguir ser el más leído o escuchado.
No sabemos qué calificativo ponerle a
lo acontecido en la reunión de preacuerdo del día 5 de junio, en relación a las
diferentes posturas de las diferentes secciones sindicales presentes en la
negociación, y menos lo ocurrido al final de dicha reunión.
Ante la propuesta de ESK en anteriores
reuniones, referente a la inclusión de una cláusula de garantía de carga de
trabajo para los talleres de ferrocarril, la empresa comunicó que era capaz de comprometerse a garantizar 85.000 horas de trabajo
para el futuro del mantenimiento del ferrocarril, rebajando dicha carga en
relación a un acuerdo firmado por toda la parte social en 2010, en el que se
reconocía la plantilla estructural de
este colectivo, cuya carga de trabajo supone
alrededor de unas ±125.000 horas,
posteriormente se abrió un debate donde aparecieron dos posturas claras.
Una parte del comité entendía que esa
cláusula debería reflejar la carga total de trabajo del acuerdo del 2010
(±125.000 horas) o no aparecer en el texto del preacuerdo, puesto que paraCC.OO. firmar por menos horas es una
amortización de puestos de trabajo. La otra postura, ELA y ESK, es que
debía mantenerse las horas propuestas por la empresa.
En la votación sobre las dos
diferentes posturas, la defensa de la postura de reflejar el acuerdo del 2010 o
que no apareciese la cláusula, obtuvo la mayoría sindical de los presentes en
la negociación, reconociendo ELA que con este resultado aceptarían la propuesta
aunque no la compartían.
Es en este punto donde los
representantes de CC.OO. se quedan perplejos por la postura de ELA, la cual
abandona la reivindicación de exigir el cumplimiento del “fabuloso” acuerdo del
2010 entre empresa y parte social, para alcanzar otro acuerdo con una rebaja de
puestos de trabajo. Eso si, a CC.OO. se nos reprocha hasta la saciedad el error
cometido (reconocido por CC.OO. en las reuniones de Comité) en la negociación
de octubre del 2010, en definitiva una desfachatez del mayoritario de
dimensiones incalculables.
Volviendo a la explicación de lo
ocurrido en la reunión del preacuerdo, en
la traslación del resultado a la empresa nos encontramos con la sorpresa
de que ELA, que había trasladado su aceptación del resultado, cambiaban de repente e
indicaban que sino aparecía este articulo como estaba redactado no firmarían el
preacuerdo de convenio, cambiando de postura y no aceptando lo decidido por la
mayoría de Comité que había dado el “ok” a la firma del preacuerdo (6-4). Ante
esta situación la empresa trasladó a la parte social que al no haber quórum
suficiente para la firma daba por parada la negociación hasta que la parte
social alcanzara una postura mayoritaria que permitiera la firma del
preacuerdo.
CC.OO.
no firmará ninguna rebaja de empleo público en favor de la subcontratación a la
empresa privada,
como es el caso. No puede ser que
mientras las horas de trabajo de las contratas de mantenimiento de las EMU’s se
mantienen o aumentan, en Euskotren se esta debatiendo
sobre un recorte de puestos de trabajo directos.
Somos de la opinión que si hay interés
de firmar este convenio, el asunto del mantenimiento debe estar acordado en un
documento aparte y que lo firme quien quiera, y que el convenio sea de
aplicación lo antes posible.
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